Sacar conclusiones rápidamente…Mmmm, siempre digo que está mal y critico esas conductas en el otro, nunca las paso por alto y hago énfasis en lo que pienso sobre eso…Pero… ¿Soy coherente en mi discurso y en mis actitudes? Yo no lo creo… Y me da tristeza admitirlo, es duro ponerse frente al espejo y ver la realidad. (Estúpida, estúpida, estúpida). Es una gran desilusión ver como yo también saco conclusiones rápidas y eso me lleva a hacer cosas horribles... Y esto es preocupante para mí, ya que no tengo en mi poder una vara mágica que me permita medir y saber con premeditación la magnitud y el alcance de las consecuencias de mis errores para poder prever situaciones desagradables…Parece a veces tan sencillo en teoría decir al otro:¿Pero…Cómo puede ser? Me parece que le estás pifiando al actuar de esa manera… Sacas conclusiones prematuras sin pensar en lo que puede pasar después, y no lo digo pero lo pienso: yo, no hago eso, porque trato de usar mi inteligencia para poder resolver las cosas de manera tal que todo funcione a la perfección, y me escandalizo con actitudes ajenas, hasta a veces, reto a mis amigos con humor o por lo menos sin tanta agresividad verbal cuando siento que están cometiendo algo que considero una terrible falta. Que triste… ¿No? Porque he incorporado que errar es humano, y yo me fastidio con el error ajeno primero, olvidando que soy humana, y por eso, los márgenes de error están ahí…Como un elemento que pareciera ser fundamental en la constitución de cada persona. Lo lamentable es que a veces las cosas salen tan mal, que cuando uno empieza a hacer juicios de valor sobre algo, lo que sea, sin pensarlo dos veces, hace cosas en consecuencia y se equivoca grande, las disculpas que uno necesita y quiere pedir al otro, simplemente no bastan, o si bastan, a mi por lo menos, me da la impresión de que puedo llegar a marcar mi vínculo dejando una huella negativa con una actitud de este tipo… Siento muchas veces que por mas que me digan, está todo bien, no te preocupes, consciente o inconscientemente esa persona queda marcada por algo que quizás pudo haber sido un comentario o actitud poco feliz y atinada, y el arrepentimiento por más sincero que sea y aún si no he vuelto a chocar con la misma piedra, un tropiezo como este que no fue superado por el otro podría detonar en cualquier momento. Es triste, sí sí, pero no es imposible pensar en cambiar, quizás difícil pero no imposible, y yo, Akiko tengo la mejor buena voluntad para seguir creciendo.
Un abrazo
He dicho