“Imposición totalitaria” de los dogmas ateos, visión "constructivista" de la sexualidad e "inspiración neomarxista". Esas son algunas de las palabras que usó Héctor Aguer, arzobispo de La Plata y presidente de la Comisión de Educación del Episcopado, para calificar al “Material de formación de formadores en educación sexual y prevención del VIH/SIDA”, realizado por los ministerios de Educación y Salud de la Nación.El material es utilizado en capacitaciones docentes y fue promovido, entre otros, por el Programa de las Naciones Unidas sobre SIDA -ONUSIDA-, el Centro Internacional de Cooperación Técnica de Brasil y la Cooperación Técnica Alemana -GTZ-. "Se afirma expresamente que la escuela debe orientar sobre el uso exclusivo del preservativo como único medio de protección eficaz en la relación sexual frente al VIH, tanto para los varones como para las mujeres. ¿No sería más eficaz, e indudablemente segura, la abstinencia de las relaciones sexuales prematuras e irresponsables?", opinó el arzobispo en un artículo, según publicó el diario Clarín. También aseguró que en el manual tiene una orientación que “conduce a excluir la autoridad de los padres”, que “se otorga carta de ciudadanía a la homosexualidad y sus variantes” y que “desconoce la vocación maternal” propia de la condición femenina. La respuesta no se hizo esperar: el ministro de Educación, Alberto Sileoni aseguró, en primera instancia, que el documento es usado para capacitar docentes en el marco de la Ley de Educación Sexual, que el Estado “tiene la obligación de hacer cumplir”. También aclaró que es un material que fue elaborado para adultos, para ser usado en capacitaciones docentes y que no es el oficial del Ministerio para todos los niveles de educación. El material oficial es "Lineamientos curriculares para la educación sexual integral" y fue aprobado en 2008 por todos los ministros de Educación del país. Por otro lado, explicó que el Estado tiene actualmente tres preocupaciones centrales en relación con el tema: el abuso infantil, el embarazo no deseado y las enfermedades de transmisión sexual. Por eso los contenidos promovidos por el ministerio se enfocan hacia esas tres problemáticas, pero también apuntan "al respeto hacia el otro, al amor". Aclaró que su intención no es polemizar con el arzobispo, pero que “nadie puede negar la virtuosidad del preservativo para prevenir enfermedades" y que, si bien esta de acuerdo con la prevención a través de la abstinencia y la monogamia, esas son conductas y no métodos anticonceptivos.“Tiene que haber una mínima base de información para todos iguales, y después la escuela católica, musulmana y demás le añade su ideario”, opinó Sileoni y estableció las prioridades: “En el marco de la ley de educación sexual, que no está anclada en la mera genitalidad, nosotros trabajamos en la prevención de la salud y del VIH/SIDA y nos preocupamos por evitar los embarazos en edad temprana y el abuso infantil", concluyó.
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